Cuando el robo de gasolina se descubrió durante el gobierno de Felipe Calderón, el secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, Carlos Romero Deschamps, le mandó este recado al entonces presidente mediante Genaro García Luna: «Señor secretario, lo prevengo de que una medida arbitraria contra compañeros del sindicato, sin bases ni pruebas, nos hará protestar paralizando al país; tome usted sus decisiones, y asuma las consecuencias».
El domingo 6 de enero, desde Tijuana, el presidente López Obrador dijo que existe presión por parte de los huachicoleros y los corruptos para que las medidas tomadas desde la Presidencia para combatir el robo de combustible continúen: «Están ahí presionando, pensando que nos van a vencer. Que no quieran jugar a las vencidas, porque va a triunfar la ley y va a triunfar la justicia». ¿Será que Romero Deschamps, todavía líder de los petroleros, le está mandando el mismo mensaje a López Obrador, el mensaje de paralizar el país si se siguen tomando medidas en contra del huachicoleo, en contra del saqueo de combustible desde las entrañas de Pemex?
El presidente de México asegura que eran 60 mil millones de pesos en combustible lo que se robaban y que se repartían entre trabajadores y funcionarios de Pemex. López Obrador se conforma con que se recuperen, de eso que se roba, unos 50 mil millones de pesos. Por supuesto, nosotros preferiríamos que se recuperara todo, que no hubiera robo, que Rocío Nahle, la Rosario Robles de su gabinete, no se quede con esos 10 mil millones restantes.
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