A diferencia de nosotros, ellos lo hacen por gusto, bajo el argumento de que ingerir agua sin tratar trae beneficios para la salud por la alta cantidad de minerales y microbios naturales. Vaya fundamento, el hogar de miles de microbios tomados como si fuesen un refresco de cola o tu bebida favorita.
La situación ya causa alarma en autoridades sanitarias y especialistas que alertan las consecuencias de esta tonta moda. Y es que esto ya se refleja en un mercado de consumo, pues empresas como Zero Mass Watter crearon un producto que permite recolectar el agua de lluvia para que después sea consumida. Su idea ha recaudado más de 20 millones de euros por vender cisternas que instalan en las cocinas de las viviendas por 4 mil 500 dólares (aproximadamente 87 mil pesos mexicanos).