Una de las hipótesis que podemos dar para justificar el aspecto del intérprete es que, actualmente, su vida personal, amorosa y familiar no atraviesan por la mejor de sus etapas. Con su ex pareja mantiene una lucha por la custodia de los hijos y, por si no fuera poco, se ha visto envuelto en problemas legales que involucran a su mamá y a sus parientes más cercanos. Si a lo anterior le agregamos que Bosé tiene ya 60 años, tenemos entonces elementos suficientes para entender el porqué de su nueva apariencia.
Recordemos que ya desde noviembre pasado, luego de que asistió como presentador en la ceremonia de entrega de los Grammy Latinos, muchas voces alertaron sobre lo mal que lucía; bastante delgado y con una voz hueca, dio pie a que se especulara en torno a su salud física. Actualmente, el cantante radica entre España y CDMX, siendo esta segunda donde pasa mayor tiempo, suponemos que con el fin de alejarse un poco del drama que está viviendo. Ojalá que todo sea una mala racha y que pronto volvamos a ver al Miguel Bosé de siempre.