Luego de varios meses de trabajo a bordo del barco, el marino Bryan Woodington regresó a casa y la primera persona que lo recibió en tierra fue su esposo Kenneth Woodington, a quien no dudo en demostrarle cuanto lo extrañaba con este gesto tan romántico. Una vez más, gracias a un fotógrafo que estaba presente la imagen pudo ser compartida y de inmediato causó impacto en la sociedad. Los medios locales lo empezaron a compartir, y en internet rápidamente se popularizó, pero no todo fue miel sobre hojuelas pues, de acuerdo con la propia televisora local fueron muchas las personas que se molestaron por la imagen expresando que “no querían ver a una pareja de homosexuales en sus hogares”.
Pese a que la pareja ha expresado que las críticas no les importan y que están contentos porque han sido más las personas que los han felicitado y deseado que les vaya muy bien en la vida, esta confrontación trae de nueva cuenta el tema de la homofobia a la agenda pública. Y es que, si bien se ha avanzado mucho en este sentido, aun permean las creencias de que los gays no tienen los mismos derechos que los heterosexuales. Tan preocupante es la situación que ahora resulta que ni un beso se pueden dar para demostrarse su amor. La declaración que dio Bryan Woodington luego de que se desatara la polémica fue, que lo que le enseñó su abuela fue a tratar con respeto y amabilidad a las personas, y que eso es lo que seguirá haciendo.