Jorge Díaz Bartolomé / Recién iniciaba la década de los veinte, los pobladores de la región vivían uno de los acontecimientos más desafortunados que se tiene noticia, eran las 22:25 hrs del 3 de enero de 1920 cuando un sismo sacudió muchas localidades, causando severos daños. El epicentro se reportaba en Quimixtlán, un municipio del estado de Puebla que colinda con Veracruz, es por esto que fue conocido como el “Sismo de Quimixtlán”; su magnitud aproximada fue de 6.4 grados en la escala de Ricther. Las principales manzanas de Xalapa quedaron dañadas, imágenes capturadas en los días subsecuentes al fatídico suceso muestran como las casonas de la calle Enríquez fueron apuntaladas con vigas de hasta 6 metros para evitar desplomes. Para darnos una idea de la magnitud del temblor, el campanario izquierdo de la iglesia “Los Sagrados Corazones” ubicada en la calle Altamirano de Xalapa, cayó, dañando la casa vecina. Noticias de la época mencionaban que las pérdidas humanas del sismo de Xalapa ascendían a 650, de éstas, 419 murieron por avalanchas de lodo provocadas por el deslave en barrancas. Según el Boletín Geológico de México, “Al sismo de Xalapa le siguieron numerosos movimientos de menor magnitud durante 48 hrs después del sismo principal.”(*) Aquel catastrófico suceso generó el desborde de ríos que arrasaron parte de los pueblos que se encontraban cerca de su cauce, Almolonga fue uno de ellos. En la región de Actopan, los lugareños construyeron una represa rústica para rescatar los cuerpos sin vida que se acumulaban al llegar a la parte baja; Teocelo fue otra de las localidades afectadas, aún se pueden apreciar algunas antiguas fachadas dañadas.
El sismo más antiguo de que se tiene noticia en Xalapa está datado en 1546, algunas fuentes mencionan equivocadamente que el convento franciscano de la Natividad de Nuestra Señora concluido en 1539, fue destruido en su totalidad. En 1691 ocurrieron otra serie de sismos causando daños relativos; fue hasta el 13 de noviembre de 1874 que se registró otro sismo que causó graves daños en Xalapa. No debemos olvidar tampoco el sismo del 28 de agosto de 1973 que tuvo una magnitud de 7.2 grados en la escala de Richter, ocurrido a las 3:45 hrs, con una duración de dos minutos, tiempo suficiente para que cientos de personas perdieran la vida y un número indeterminado de edificios quedaran severamente dañados.
El 7 de septiembre el 2017 ocurrió un fuerte y prolongado sismo de 8.2 grados en la escala de Richter con epicentro a 133 kilómetros de Pijijiapan, Chiapas, al sureste de México. Las pérdidas al patrimonio de la nación fue enorme, incluyendo algunas construcciones del siglo XVI, los daños se acentuaron en los estados Puebla, Estado de México y Morelos.
Estoy convencido que el Instituto Nacional de Antropología e Historia hace lo que puede, en la medida de sus recursos para conservar la memoria edificada, aún cuando muchos edificios continúan en espera de ser intervenidos, algunos de los siglos XVI y XVII. No nos queda más que esperar. Al tiempo.
(*)Boletín Geológico de México, Boletín No 36, 1922. Terremoto mexicano del 3 de enero de 1920
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