Ahora que desde la Presidencia de la República se combate el tema del huachicoleo, la ordeña de ductos y la corrupción en Pemex que significa el 80 por ciento del robo de combustible en la paraestatal, la figura la periodista Ana Lilia Pérez crece de manera importante. Y es que Ana Lilia Pérez, Premio Nacional de Periodismo, fue quien documentó de manera precisa el saqueo que se hacía en Pemex durante el gobierno de Vicente Fox y de Felipe Calderón.
En carta abierta, la periodista señalaba que las amenazas y acoso contra su persona aumentaron desde que documentó que «Juan Camilo Mouriño, entonces secretario de Gobernación de Felipe Calderón, firmó como contratista de Pemex, en una ilegal dualidad como funcionario público. A partir de entonces llegué, inclusive, a verme obligada a vivir y trabajar con una escolta personal y sistemas de seguridad diversos».
Pero el mayor acosador de la periodista fue Juan Bueno Torio, quien pretendiera ser en algún momento gobernador de Veracruz. Ana Lilia Pérez expuso la corrupción y el tráfico de influencias, así como el daño patrimonial a Pemex en el tiempo en que Bueno Torio fue director de Pemex Refinación. Todo eso está documentado en dos libros, Camisas Azules, manos negras, y El Cártel Negro. Juan Bueno Torio demandó a la periodista pretendiendo obligarla a que ella no se refiriera a su persona en trabajos futuros.
El acoso continuó hasta Alemania, donde la periodista tuvo que irse a refugiar. Ahora que ha salido a la luz la corrupción que permitió hacer de Pemex una mafia huachicolera de alto nivel, Ana Lilia crece y Juan Bueno se disminuye; aunque Bueno Torio no debe tener cuidado si se le investiga. Este gobierno perdonador no lo tocará ni con el pétalo de una demanda.
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