La empresa informó que luego de mucho tiempo, por fin pudieron echar a andar el proyecto, cuyo objetivo es incluir a la población mayor al mercado laboral, y reconocer que la edad no es un impedimento para trabajar. Hay que recordar que, en todo el país, es común ver a abuelitos y abuelitas trabajar en las cafeterías, toda vez que es parte del programa de inclusión que se ha desarrollado a la par con el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores.
En el establecimiento también colaboran algunos jóvenes, ellos se encargan de auxiliar en algunas tareas como cargar objetos pesados, por ejemplo, pero nada más. Cabe mencionar que por respeto y consideración a las edades de los empleados, la tienda cuenta con un solo piso, no cuenta con escaleras y el mobiliario está adaptado a sus necesidades. Bien por Starbucks, ojalá que más empresas siguieran su ejemplo, y colocaran a estas personas en actividades que vayan más allá de embolsar productos en las tiendas de autoservicios.