Los padres del menor califican dicha acción como «una transgresión descalificadora relacionada con la raza», pues nunca su hijo había sido hostigado de dicha manera y menos por un referí, durante la competencia. Y es que las reglas de la lucha grecorromana establecen que el cabello de un luchador no puede caer debajo de la parte superior del cuello de una camisa en la parte posterior, debajo de los lóbulos de las orejas de los lados o debajo de las cejas.
Sin embargo, si es más largo de lo que permite la regla, el luchador tiene que trenzar su cabello u ocultarlo debajo de una cubierta de cabello pegada a sus protectores auditivos, situación que no fue acatada por el árbitro. Por tal motivo, autoridades de Nueva Jersey, Estados Unidos, investigan el incidente, pues el joven fue humillado en público y, por ende, debe haber sanciones para el responsable.