Desde ese día la canción cautivó a los feligreses que se la aprendieron y la difundieron a otros pueblos, otras naciones, otros continentes. El villancico Noche de Paz se interpreta en más de 300 idiomas en todos los países del mundo. En 1914, en la noche de Navidad durante la Primera Guerra Mundial los soldados hicieron una tregua para cantar el villancico; cientos de miles de soldados cantaron al unísono la canción de Joseph Morh y de Franz Gruber que nunca supieron la trascendencia que tendría su canción.
En este 2018 Noche de Paz cumple 200 años de vida y sigue tan vigente, tan emotiva, tan cargada de consuelo, como en los días que los escucharon en el humilde pueblo de Oberndorf, Austria. La Unesco ha declarado Noche de paz como Patrimonio de la Humanidad, un “himno universal de la paz, bien cultural internacional y legado musical”.