Pero quien pagaba todo eran los usuarios, que día con día tenían que padecer los atropellos de estos grupos de taxistas. Finalmente, la Secretaría de Seguridad Pública inició un operativo con apoyo de la misma Policía Federal y del IPAX para evitar que los taxistas siguieran haciendo de CAXA un caos. Oficiales de Tránsito están vigilando constantemente la central para que no se formen esas colas que se duplicaban como una serpiente de autos que daba hasta dos vueltas a toda la central.
Parte de todo este caos es causado por las administraciones anteriores que dieron placas de taxi a mansalva, tantas que le dieron en la madre a los verdaderos trabajadores del volante, esos que hicieron su patrimonio con el trabajo de muchos años. Hoy líderes religiosos, periodistas y hasta las juventudes del PRI son dueños de placas de taxi. Porque se estilaba que se dieran las concesiones como un pago de favores entre políticos.