Así, como dice la canción: «Tengo, tengo, tengo, tú no tienes nada. Tengo tres ovejas en una cabaña. Una me da leche otra me da lana otra mantequilla para la semana». En misiva entregada al portal Política al día de nuestro amigo Paco Licona, los empleados de la dirección de Bachillerato se quejan de que Guadalupe Zamora Treviño, a quien conocen bien pues era parte de esa área desde antes, «trae un equipo de trabajo de 3 secretarios particulares (el cual uno solo funciona para traerle su comida y sus licuados en charola hasta su escritorio), 3 asesores y un chofer».
Siete empleados de confianza para el servicio de la señora, para que le lleven el café, la fruta con cereal o para que le resguarden la puerta del WC y le pasen el papel higiénico. ¡Vaya desfachatez! Mientras los empleados de confianza viven con la zozobra de lo que sucederá con su trabajo, a la señora sólo le faltan dos empelados para tener su propio equipo de béisbol. ¡Poca madre!