Yaw fue el segundo en ser bautizado durante la ceremonia celebrada en Acra, África, cuando un sacerdote lo sumerje en el río Wija frente a algunos feligreses que acompañaban a los bautizados. El primero en pasar transcurrió su breve ritual sin complicaciones, el padre levantó su mano derecha, exclamó algunas palabras y lo sumergió escasos dos segundos en el río. El siguiente fue Yaw, quien seguía las mismas indicaciones de su antecesor, pero no logró salir del agua.
La desesperación se apoderó del padre que pidió ayuda a los presentes, el joven que grababa dejó su celular en el piso solo captando algunas hormigas mientras los gritos seguían en la grabación. En los siguientes cinco minutos no localizaron a Yaw, los familiares reportaron la desaparición del hombre por hundimiento en el río, por lo que las autoridades africanas iniciaron la búsqueda del cuerpo. Al día siguiente lo encontraron y fue llevado a la morgue; lo que representaba un evento digno de recordarse se convirtió en una tragedia que alarmó al continente Africano. Si usted tiene en mente bautizarse, mejor hágalo en una parroquia y evite ser sumergido a la fuerza en un afluente.