Se sabe que la colección está compuesta por 33 pinturas, las cuales, en 1993, fueron un pedido especial del expresidente Carlos Salinas de Gortari y que se pagaron con dinero público de los mexicanos, es decir, esas pinturas le pertenecen al pueblo de México y no a un particular. Irma Palacios, Francisco Toledo y Sergio Hernández se encuentran entre los artistas que han exhortado a los responsables de la Secretaría de Cultura para que rastreen las piezas y las regresen al sitio que pertenecen.
No queremos ser mal pensados, pero es que la burra no era arisca, la hicieron. Muy bochornoso va a ser que nos enteremos que quienes se las llevaron fueron los Peña-Rivera, ¿se imagina?, la ex familia presidencial robándose hasta las pinturas. Las exigencias para dar con el paradero de las obras son bastante válidas. Más allá de querer exhibir a quienes las sustrajeron, se trata de rescatar el acervo artístico del país para regresarlo a Los Pinos en donde podrán ser contemplados por las y los visitantes.