A Leonardo DiCaprio lo persigue una maldición por los premios Óscar, pues tendrá que devolver uno. Y es que el protagonista de El Lobo de Wall Street y Titanic tiene en su posesión el Óscar de Marlon Brando del año 1954, mismo que obtuvo por su actuación en la película La Ley del Silencio; sin embargo, el premio estuvo en calidad de extraviado durante muchos años, luego de que fuera extraído de su casa. Posteriormente, alguien compró la estatuilla por un valor de 600 mil dólares y acabó en las manos del multimillonario Joh Low, quien a su vez la regaló a DiCaprio.
Un tribunal investiga al financiero malayo Jho Low, acusado de haber cometido fraude en enormes proporciones contra un fondo de inversión. De acuerdo con el diario The New York Times, el actor y activista estadunidense deberá entregar el premio a las autoridades, para que después La Academia pueda comprarlo de manera simbólica y pueda cambiar de dueño legalmente.
Si creías que DiCaprio debía regresar su premio a mejor actor obtenido por su interpretación en el largometraje del mexicano, Alejandro González Iñarritu, El Renacido, no es así; sin embargo, el actor deberá desprenderse de un reconocimiento de gran valor, tal y como lo establece una norma impuesta en el cine de Hollywood. Pareciera una racha de mala suerte para el actor nacido en Los Ángeles, California.
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