El conductor platicó la anécdota que Angélica Rivera les confesó. Luego de unas semanas de haber llegado a habitar Los Pinos, a la ex primera dama se le antojó salir por la noche a comer unos tacos y pidió la mayor de las discreciones para no llamar la atención. Su instrucción fue que sólo fueran un par de elementos de seguridad y un par de vehículos, y así fue. Por la noche La Gaviota salió de su casa a una taquería muy famosa de la Ciudad de México, pero quedó sorprendida cuando llegó porque todos los meseros, el taquero y hasta la cajera eran elementos del Estado Mayor Presidencial.
O sea, los integrantes de esta institución tuvieron que ir a la taquería, pedir que les enseñarán cómo se hacen los tacos y disfrazarse de taqueros para poder cuidar a la esposa del expresidente, ¡qué exageración! Cuando Angélica Rivera se dio cuenta se sentó en una mesa, comió sus tacos al pastor, pagó y se retiró del local sin decir una sola palabra. Por supuesto que esto fue suficiente para que nunca más se volviera a repetir la situación. Después de eso, ella prefirió el servicio a domicilio para no pasar por esas vergüenzas. Pues ahí tiene la historia de cuando los elementos del Estado Mayor le prepararon sus taquitos a La Gaviota. Y hay que estar al pendiente porque los chismes de cómo era la vida allá adentro, van a seguir.