En menos de una semana debe cambiar el gobierno estatal de Puebla y la tensión política en aquella entidad, está a todo lo que da. No hay nada para nadie todavía. La moneda sigue en el aire y en muy poco tiempo sabremos si se valida o no la elección de gobernador. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es la instancia que dará la última palabra; hay dos opciones, se declara ganadora a Martha Erika Alonso, o convoca a comicios extraordinarios para los próximos meses, y se nombra un gobernador interino.
El pleito electoral lo protagonizan Morena y el PAN, por un lado, los morenistas defienden el triunfo de su candidato, Miguel Barbosa, y acusan de infinidad de irregularidades que van desde el acarreo, compra de votos, robo de urnas hasta la intervención del ex gobernador, Rafael Moreno Valle, a quien acusan de haber usado todas sus mañas para que su esposa ganará la elección. Por el otro, los panistas han acusado que los de Morena están presionando a los magistrados para que anulen la elección, y han hecho un llamado para que las autoridades federales respeten la decisión de los poblanos.
Algunos aseguran que es cuestión de horas para que el TEPJF dé su fallo, el cual será inapelable. Cualquiera que sea el veredicto final, estamos seguros que causará una tremenda polémica; si la anulan, los del PAN y sus aliados acusarán al nuevo gobierno de haber intercedido para que así fuera. Si la aprueban, los inconformes tacharán la llegada de Martha Erika como una imposición. Como lo dijimos al inicio, la moneda está en el aire y todo puede pasar.
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