Sin embargo, Alfonso Cepeda sabe que la presión en todo el país por los maestros agrupados en Maestros por México (MXM) será muy fuerte, al grado de obligarlo a unas elecciones democráticas. Al menos esa también es la intención del inquilino principal de Palacio Nacional. De manera que los maestros no se deben ir con la finta.
Esta historia no acaba, es más, aún no comienza. Alfonso Cepeda y compañía deben saber leer las exigencias de los nuevos tiempos, es necesario que la democracia penetre hasta los últimos rincones del SNTE, sólo de esa manera tendrán verdadera legitimidad. Y para que eso suceda, tendrán que luchar contra la fortaleza de Mexicanos Primero.