Édgar Landa Hernández / Después de una multitudinaria y apoteósica muestra de empatía de los mexicanos hacia su nuevo presidente de la república mexicana, da inicio a un sexenio más. La transformación es la acción y efecto de transformar o convertir algo (hacer cambiar de forma a algo o alguien, transmutar algo en otra cosa). Es innovar en cuanto a situación alguna que se ha presentado y se requiere de una modificación.
Es cierto, como dice el presidente electo Andrés Manuel López obrador, le han dejado un país en ruinas, producto de la corrupción y es de sentido común ¡que no será en un mes ni dos la transformación! Todo cambio conlleva un esfuerzo, una perseverante astucia y sobre todo ¡trabajo!
No únicamente de uno, la tarea es de todos los mexicanos. Iniciar a transfigurar y convertir algo que no se le ha dado el debido cuidado y por ende necesita reparaciones es todo un proceso y será sobre la marcha que podamos ser testigos de la evolución paulatinamente. ¡Qué bueno sería que en un dos por tres se notara el cambio! quien piense que se verán los cambios de inmediato está mal.
Después de años y años de saqueos, que han dejado a nuestro México herido, es hora de resarcir errores y de voltear hacia cada uno de nosotros. En lugar de criticar seamos los que aportemos, los que a través de nuestro esfuerzo y dedicación en nuestras actividades diarias iniciemos a ver los cambios que realmente queremos, nosotros como sociedad somos los artífices de poder oscilar dentro de un universo para que las cosas vayan mejor y se vea reflejado en nuestros hogares.
Es tiempo de transformarnos, de dejar atrás costumbres que únicamente dejan malos ejemplos para nuestros jóvenes que vienen empujando fuerte y es por ello que debemos de dejar ser egoístas y entregarles un México mejor el día de mañana. Hoy todos los mexicanos somos importantes, hoy no debe de haber distinción de razas ni credos. Si podemos darle la mano a nuestro prójimo ¡adelante, se´ el cambio que en verdad tú quieres!.
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