El Fiscal de Veracruz se fue quedando solo, poco a poco solo. Él mismo lo provocó, se hizo de un grupo de amigos, los tuvo a su disposición en la Fiscalía, gente de bajo perfil que sólo cumplieran sus órdenes. Después de eso su desidia lo fue dejando solo. Lo comenta gente cercana a él, Jorge poco resolvía, en la Fiscalía General del Estado no hubo muchos cambios, la corrupción siguió imperando. Una persona relata el caso del robo de un auto, el mismo tuvo que detener al ladrón que se paseaba con el auto por Jardines de Xalapa. Aprehendieron al ladrón, retuvieron la unidad, el ladrón gracias a los abogados del exalcalde de Banderilla salió bajo fianza, y a la persona se le exigía un “moche” de 9 mil pesos para que sacara su auto.
Este es sólo un caso, pero hubo muchos más, porque no hubo voluntad de cambiar esos vicios que han imperado en la procuración de justicia y ahora en la fiscalía desde hace sexenios. Un caso más. Este diciembre se cumplen dos años de la trágica muerte de la señora Candelaria Hoyos, su hija, su yerno y su nieta quienes murieron incendiados cuando una pipa de agua los arrolló.
El chofer de la pipa ya está libre, los familiares el día lunes 3 de diciembre harán una conferencia de prensa para exigir justicia, justicia que estaba a cargo de Jorge Winckler, que nada hizo por brindárselas. Jorge Winckler se fue quedando solo, él pensó que le bastaba con la aprobación de Miguel Ángel Yunes Linares. Dentro de poco se dará cuenta eso no será suficiente.
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