Los minutos más difíciles fueron para el invitado de piedra, Enrique Peña Nieto, que fue testigo mudo de las promesas que reiteró AMLO delante de jefes de Estado, diputados, empresarios, líderes sindicales y frente a millones de mexicanos que seguían cada silaba que salía de la boca del nuevo mandatario.
Los maestros mexicanos seguramente recibieron con agrado la constancia que hacía el ejecutivo federal de eliminar por completa una reforma laboral disfrazada que lesionó los derechos de los maestros y que lesionaba y humillaba su dignidad. Hoy, primero de diciembre, será la fecha recordada por millones de maestros que cerraron filas con el nuevo presidente constitucional de México.