El nivel educativo de nuestros jóvenes sigue dando de qué hablar a nivel nacional e internacional. Y es que seis de cada diez niños que salen de la primaria no pueden hacer multiplicaciones, sumas ni restas básicas con números decimales; mientras que la mitad no puede comprender lo que leen. Al menos esto reflejan los resultados del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (PLANEA), los cuales también revelan que el 49 por ciento de los menores tienen un nivel de dominio insuficiente en conocimientos de lenguaje y comunicación, y el 59 por ciento está en la misma condición, en matemáticas. Esto a pesar de que la Reforma Educativa fue impuesta por el presidente Enrique Peña Nieto, declarada constitucional por el Poder Legislativo Federal en 2013, promulgada por el Ejecutivo el 25 de febrero del mismo año y publicada al día siguiente en el Diario Oficial de la Federación.
Con ello, fue promulgada la reforma a la Ley General de Educación, la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y la Ley General del Servicio Profesional Docente, cuyo objetivo era garantizar una mejora sustancial de la calidad de la educación, entre otras cosas; sin embargo, dicha reforma ocasionó que miles de profesores salieran a las calles para exigir la abrogación de la misma, toda vez que ésta parecía más una reforma laboral, misma que, para muchos, atentaba contra los derechos de los catedráticos.
Fue así como integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y del Movimiento Magisterial Popular Veracruzano (MMPV), en el caso de la entidad, tomaron casetas, carreteras, calles e instancias gubernamentales, estaban seguros de que esa reforma no serviría y le atinaron; las evaluaciones recientes muestran que las niñas y los niños están reprobados en conocimientos básicos. A ver si las políticas del presidente electo Andrés Manuel López Obrador logran rescatar al país de la ignorancia a la que pareciera estar sometido.
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