La tarde del domingo 25 de noviembre, cientos de migrantes que integran las caravanas centroamericanas que pernoctan en la ciudad de Tijuana, salieron a las calles a marchar para solicitar al gobierno de Donald Trump que les permita ingresar al país del norte. La manifestación llegó hasta la línea fronteriza con Estados Unidos la cual es resguardada por elementos de la policía fronteriza y, aproximadamente unos 500 migrantes intentaron cruzar de manera ilegal por lo que fueron repelidos con gas lacrimógeno; incluso se habla del uso de balas de goma, para que desistieran de su idea.
Cabe señalar que en estos contingentes que fueron dispersados, se encontraban mujeres y niños lo cual provoco que la crisis fuera mayor, pues los padres temieron por la seguridad de sus hijos. Durante la marcha, los integrantes de las caravanas fueron avisados por elementos de la Policía Federal sobre el límite al que debían llegar, pero estos no hicieron caso y continuaron avanzado hasta burlar el filtro que las autoridades mexicanas habían marcado.
Como ya le hemos informado, el presidente Donald Trump ha informado que las fuerzas de seguridad de su país están autorizadas para utilizar la fuerza física para detener a quienes intenten cruzar la frontera e incluso, ha dicho también, que si lo consideran necesario pueden hacer uso de la fuerza letal, o sea las armas, para proteger la línea fronteriza. El titular de la SEGOB, Alfonso Navarrete Prida, informó que no hay reporte de heridos y que habrá un trabajo permanente con autoridades locales para evitar que esta situación de tensión se vuelva a repetir.
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