Señores diputados de Morena, nos dirigimos a ustedes porque es obvio que después de escuchar a Ana Miriam Ferráez en tribuna, nos queda muy claro que es remotamente imposible que la señora diputada haya escrito el documento que presuntamente firma y en el que se queja de estar siendo utilizada como instrumento de maldad (en este punto hacemos una pausa porque no podemos contener la risa). Los que han criticado la actuación de su diputada en ningún momento ejercen contra ella ni odio ni revanchismo. Antes bien, ejercen el derecho que les da la Constitución. Cuando un funcionario público toma protesta, incluyendo los diputados, siempre terminan su protesta con la frase: “si así no lo hiciera, que la Nación me lo demande”. Bueno, pues nuestro derecho, al ver que la diputada no se preparó para su intervención ante la máxima tribuna del estado, privilegio sólo dispuesto para 50 ciudadanos, es demandárselos.
Por favor señores diputados de Morena, no quieran disfrazar a Ana Miriam Ferráez como víctima; no sean ridículos: “Aún así, aquí estamos para ponerle el pecho a las balas que buscan debilitar a nuestro presidente electo”. En lugar de tratar de victimizarla, en lugar de querer hacernos sentir mal por ejercer nuestro “despiadado” derecho, mejor eviten que la señora suba a tribuna.
Señores diputados de Morena, algunos de ustedes no son tontos, ¿cómo dejar que una mujer que insultó a López Obrador se suba a defenderlo de los “supuestos” insultos de otro diputado? ¿Por qué permitirle a una mujer, que no recuerda al presidente que la gobernó cuando ya era una mujer madura, que suba a la tribuna a hacer historia? ¿Por qué permitir a una mujer desmemoriada que suba a reprochar a otra diputada porque revivió a Chávez, cuando ella misma lo pone en una comida en la que nunca estuvo? No señores, no dejen que la estupidez de esa persona los envuelve. No es contra ustedes, es contra la descarada ignorancia de una diputada a la que ustedes mismos desprecian.
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