Mal, muy mal la pasó el secretario de Salud, Irán Suárez, en la comparecencia de la glosa del informe. Uno esperaría que un funcionario con su experiencia podría lidiar con las preguntas y los cuestionamientos que le hicieran los diputados del Congreso de Veracruz; parecía como un niño que no estudió para el examen.
Más de cuatro horas duró la tortuosa comparecencia del secretario de Salud, Irán Suarez Villa, en las que no pudo explicar prácticamente nada respecto del actual desabasto de medicamentos, la falta de ambulancias, la mala atención a los pacientes, sospechas y denuncias de corrupción, desvíos de recursos, denuncias de nuevas empresas fantasmas y otras linduras.
Dicen los asistentes que después de los primeros cuestionamientos, al secretario se le veía pálido, desorientado y no apto para articular la más mínima defensa. ¿Qué pasa, acaso los números no cuadran? ¿Acaso tiene miedo a las auditorías que el gobierno entrante aplicará? Irán Suárez ya siente pasos y sabe que a futuro lo podrían llamar a cuentas.
Comentarios