La delincuencia no desaparecerá en el próximo gobierno por arte de magia; aunque al no haber corrupción, no habrá colusión entre autoridades y criminales

Violencia en Veracruz FOTO: GUILLERMO CARREON/FOTOVER
- en Avenida Principal, Carrusel

Si piensa usted que, con la llegada del nuevo gobierno, Andrés Manuel en la Presidencia, Cuitláhuac García en Veracruz, la delincuencia y la inseguridad van a terminar como por arte de magia, está usted equivocado. No por nada el presidente electo, en su Plan de Paz y Seguridad, propone que el Ejército siga en las calles. ¿Por qué? Pues porque debe tener un diagnóstico muy preciso de la cantidad de grupos delincuenciales que operan en el país.

En Veracruz no sólo uno opera, de acuerdo con los especialistas en Veracruz operan cuando menos dos de los grupos delincuenciales más violentos: Cartel Jalisco Nueva Generación y Los Zetas. Todos los días se notifican sus acciones, todos los días hay balaceras, secuestros, ejecuciones, robos de combustible, extorsión.

El problema de la delincuencia en el país es muy profundo y no se va a resolver en unos cuentos meses ni en unos cuantos años; ¡que más quisiéramos! Por supuesto, las acciones que el nuevo gobierno emprenda de inmediato mostrarán si se va por el buen camino o si la estrategia es errada. Que López Obrador apueste por los jóvenes es el principio de una buena estrategia.

Apostar con los jóvenes dotándolos de trabajo y estudio es quitar al crimen organizado a sus reclutas, a sus halcones, a sus dealers. Pero los beneficios de esa estrategia se verán no a corto plazo. De momento las fuerzas de seguridad son las que deben contener la escalada de violencia; y eso sí debe ser visible en corto plazo. Al no haber corrupción, no deberá haber tampoco colusión entre autoridades y criminales. ¡Eso es lo que esperamos!

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.

Comentarios

Deja un comentario