En estas oficinas sólo encontrará desolación y un espíritu de derrota que flota en el ambiente. Sólo el recuerdo queda cuando Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez y Porfirio Muñoz Ledo le dieron lustre y poderío al Partido del Sol Azteca. El perredismo paga muy caro las malas decisiones de sus últimos líderes y el sometimiento y abyección de los conocidos chuchos con el Gobierno Federal.
Y es que la participación del PRD en lo que se denominó Pacto por México, fue la cereza del pastel de un partido que era considera de izquierda. La traición a su ideología, a sus bases y al proyecto de Andrés Manuel López Obrador los coloca en un verdadero cementerio de elefantes. Ni hablar, las bases izquierdistas les dieron a espalda.