La serie Narcos. México, estrenada hace unos días en nuestro país en la plataforma Netflix, relata el encumbramiento de Miguel Ángel Félix Gallardo, “El jefe de jefes”, quien creó el primer sindicato de grupos criminales. En esta serie, como en la de El Chapo, aparece un personaje semejante a Conrado Sol, que protege a los narcos y que en este caso se llama Salvador Osuna Nava, que es el titular de la Dirección Federal de Seguridad; la CIA mexicana.
En la vida real ningún Osuna Nava fue titular de la DFS, pero en los tiempos de Félix Gallardo y de Caro Quintero estaba José Antonio Zorrilla Pérez como director de la DFS, quien de acuerdo con reportes periodísticos «vendía protección al Cártel de Guadalajara, específicamente a Rafael Caro Quintero a quien le entregó credenciales de la DFS, lo que constituía una autorización para hacer lo que fuera». De modo que Osuna Nava es Zorrilla Pérez, el mismo que asesinó a Manuel Buendía y cuyo jefe directo en aquel entonces era Manuel Bartlett Díaz, secretario de Gobernación y hoy futuro director de la Comisión Federal de Electricidad.
En la serie es muy clara la complicidad de Osuna Nava con Migue Ángel Félix Gallardo. En la vida real Zorrilla Pérez permitió la entrada de drogas al país, al tiempo que daba protección a traficantes, expidiéndoles credenciales como elementos activos de la Federal de Seguridad, servicio por el que recibía millonarias sumas de dinero.
Llama la atención que el personaje que representa a Zorrilla Pérez habla de los favores que Félix Gallardo le hace a su jefe, Manuel Bartlett, secretario de Gobernación, lo que implicaba a Bartlett dentro de la trama de corrupción y narcotráfico. Sobre el asesinato del periodista Manuel Buendía, Zorrilla Pérez siempre alegó su inocencia, aunque en algún momento sugirió que él sólo seguía órdenes. ¿De quién? Pues del futuro director de la CFE.
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