´El jefe de jefes´ o ´El Padrino´, como se le conoce a Miguel Ángel Félix Miranda, es originario del estado de Sinaloa; en la década de los 80, en colaboración con Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, formó el Cartel de Guadalajara, que por muchos años fue el responsable de introducir marihuana y opio a los Estados Unidos. Este también fue el primer cártel mexicano en establecer contacto y trabajar con el narcotraficante colombiano Pablo Escobar, y con el hondureño Ramón Matta Ballesteros.
Pero la vida de Félix Gallardo no siempre estuvo ligada a la delincuencia organizada, antes de dedicarse al trasiego de droga a los Estados Unidos, fue un agente de la Policía Judicial Federal, y se desempeñó como guardaespaldas del entonces gobernador de Sinaloa, Leopoldo Sánchez Celis. El narcotraficante fue detenido en abril de 1989 y actualmente se encuentra cumpliendo su condena en el Penal de Alta Seguridad del Altiplano.
Ya en prisión Félix Gallardo siguió dirigiendo su célula criminal a través de los teléfonos, sin embrago, después de su ingreso al Penal de Máxima Seguridad aunado a la lucha interna por el control del grupo delictivo, el cártel de Guadalajara se dividió formando dos nuevos, el cártel de Sinaloa que estaba dirigido por Héctor Palma y Joaquín ´El Chapo´ Guzmán, y el cártel de Tijuana que dirigían los hermanos Arellano Félix. A grandes rasgos, este es el perfil del protagonista de la cuarta temporada de la serie Narcos: México.
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