Unas de las características de los gobiernos anteriores en Veracruz para ocupar un puesto en función pública, fue el amiguismo y el compadrazgo. Las capacidades, los estudios y la experiencia fueron relegados a segundo plano. El Servicio Profesional de Carrera no era tan importante para los gobernantes, en algunos casos, la apariencia y el parentesco era el factor que determinaba qué categoría del puesto se les otorgaba a los recomendados.
Todas las secretarías son importantes y, desde luego que requiere que éstas estén bien representadas y dirigidas por expertos, no se puede improvisar, la chabacanería en la asignación de puestos y funciones roba tiempo y le cuesta dinero al erario público. Seguramente los veracruzanos después del primero de diciembre sabremos si el gobierno de Cuitláhuac García le apostara a los mejores perfiles o delegará responsabilidades a sus secretarios de despacho para que éstos hagan de las suyas en las dependencias.
Tenga por seguro que habrá sorpresas en las dependencias que aún faltan por nombrar. Esperamos que el gobierno entrante llene las expectativas que éste ha generado y no caiga en los vicios de sus antecesores. Sería una grave desilusión para los veracruzanos que no se tome en cuenta la experiencia y preparación de muchos veracruzanos.
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