La opinión e inclusión de los padres de familia es importante, pero consideramos que ésta debe quedarse en la gestión escolar y no en el área pedagógica como lo sugería la fallida reforma de Peña Nieto. Se requiere conocimiento especializado, no de en balde los maestros pasan muchos años en las escuelas normales.
Por otro lado, el tema neurálgico de la evaluación docente debe ser tratado sin dobles intenciones, su objetivo deberá ser fortalecer al docente y dotarlo de las nuevas herramientas pedagógicas para poder alcanzar el objetivo de elevar la calidad educativa de los alumnos.
El examen estandarizado y cuadrado que impuso el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) sílo midió de manera cuantitativa y quedó a deber la evaluación de las acciones cualitativas que permiten observar la parte humana del maestro y del alumno. Ojalá y la nueva reforma tome en cuenta estos elementos. Ya lo ha repetido el próximo presidente electo: «Nunca más una Reforma Educativa sin los maestros».