Los secuestros, levantones y las ejecuciones son el pan de cada día en México, en algunos estados más y en otros menos, dependiendo de la disputa de plaza de los cárteles; sin embargo, no se había visto que dicha violencia fuera recreada en fiestas y mucho menos por parte de una quinceañera. Anteriormente se bailaban canciones de Chayanne, Ricky Martin, The Bee Gees y hasta de reggaetón. Ahora, la moda son los narcocorridos.
En Facebook se observa un video donde la joven presume sus mejores pasos frente a sus invitados, representando la escena de un secuestro y un enfrentamiento entre sicarios y policías. Actúan como si se dispararan, golpearan y cayeran al piso ejecutados. Algunos chambelanes portaban pasamontañas y otros uniformes de policías. Después de la balacera, un chambelán toma del brazo a la menor para bailar una canción, que inicia con la frase: «somos sanguinarios, nos gusta matar».
El clip ha tenido más de seis millones de reproducciones y muchos comentarios negativos, sobretodo contra los padres de la joven que permitieron dicha actuación. Pues se trata de algo que no es digno de recordar, elogiar, ni dramatizar, mucho menos en un momento tan importante para una familia: cuando una chica deja la pubertad para indicar la entrada a la vida adulta y la aceptación de responsabilidades de las mujeres.
Comentarios