Claro que varios diputados que apoyaron a Gómez Cazarín son novatos y aún están deslumbrados por el brillo del Congreso Local, sienten que su carrera política se la deben al ingeniero García, próximo gobernador. Desde luego que esta situación no está mandando un buen mensaje de unidad. Lo que empieza mal, termina peor y si en verdad no hay un verdadero liderazgo que unifique dentro del Congreso local, las cosas se le pueden complicar al próximo gobernante.
Que los nuevos diputados y funcionarios sepan que hay que entregar cuentas a la sociedad veracruzana, que sepan que no se mandan solos. El hecho que se haya votado por ellos, no significa que se les dio un cheque en blanco. Ojalá y el ingeniero García, próximo gobernador, le baje dos rayitas y saque las manos del Congreso local.