Andrés Manuel López Obrador, presidente electo, acusó a Proceso de ser una revista “sensacionalista y amarillista”. Esto lo dijo por una portada en la que Proceso señala que AMLO se aísla y que por lo mismo se encamina al fracaso, al no tener un proyecto político. El presidente electo dijo sobre el caso: «Tenemos que debatir, de manera respetuosa, pero tiene que haber diálogo, circular, y libertades plenas y para todos: para el que critica en los medios y el que es criticado que tenga el derecho a la réplica, y voy a ejercer ese derecho y que nadie se sienta ofendido, lo voy a hacer de manera respetuosa».
¿Pues qué cree? Proceso le toma la palabra a AMLO y lo invita a ese diálogo: «Proceso nunca le ha negado el derecho de réplica a nadie. Hemos decidido tomarle la palabra al presidente electo: que exista el diálogo. Como periodistas que somos, ateniéndonos a las reglas del oficio, le solicitamos formalmente una entrevista con Proceso, con plena libertad para ambas partes».
Hay que decirlo, la postura de Proceso frente a los tres anteriores regímenes, Fox, Calderón y Peña Nieto, allanó un poco el camino para que López Obrador llegara al lugar que ocupa en la política. Que AMLO se califica a Proceso como “sensacionalista y amarillista” no sólo es un exceso de su arrogancia, sino el acto de un malagradecido.
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