Los chairos creen que argumentan, pero justifican; creen que censuran, pero insultan; creen que son devotos, pero son fanáticos; creen que son inocuos, pero algunos ya son inicuos; creen que entienden, pero se confunden. Para la fauna chaira no es válido que algún periodista tenga una opinión contraria a López Obrador, porque de inmediato lo califican de “chayotero”, tirando por la borda años y años de trabajo honesto.
En este momento el objetivo del chairo es la revista Proceso, ya están encontrando el compló, que si María Scherer, hija del fundador de Proceso está casada con Juan Ignacio Zavala, cuñado de Calderón. En su histeria chaira gritan: «¡Esto explica todos los ataques de estos ladrones, ardidos y asesinos (los de Proceso) a nuestro único presidente, el Lic. Obrador… ya no pueden y no saven como acabar con Obrador…! (sic)». Pobres chairos, son dignos de lástima.
