En la primera semana de inicio del actual ciclo escolar, el presidente del SNTE, Juan Díaz de la Torre, se llenaba la boca diciendo que el SNTE estaba tranquilo, trabajando en unidad y cumpliendo con los maestros. Se mostraba confiado del respaldo de la mayoría de los seccionales que componen el sindicato magisterial. Hoy es diferente, tres meses después, el debilitado líder se tiene que tragar sus palabras, le han informado que sus propios incondicionales ya están negociando con la maestra Gordillo.
Los abogados de Elba Esther Gordillo están muy seguros de que, en cualquier tribunal, el gane es para su poderosa clienta. Así que al güeruzco líder no le quedará otra más que negociar un salvoconducto que no lo ponga tras las rejas y pueda medio librarla ante los maestros deseosos de que la sangre llegue al río.
Y es que el actual líder no es un ingenuo, Juan Díaz de la Torre sabe que sus días frente al SNTE están contados. Sabe que las declaraciones de Esteban Moctezuma y del presidente electo, de aparente neutralidad, con referencia al regreso de la maestra Gordillo al frente del sindicato magisterial, no son casuales ni gratuitas. La gente cercana a AMLO se está lavando las manos.
El malogrado líder también está enterado de las deferencias que el nuevo gobierno ha tenido con la CNTE y que sólo será posible entrevistarse con el nuevo secretario de la SEP hasta después del primero de diciembre, sólo hasta esa fecha se sabrá si en vedad el nuevo presidente de la República le podrá conceder una entrevista. Aunque para esa fecha, ya será demasiado tarde para Juan Díaz de la Torre.
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