La selfie, la autofoto o autorretrato se ha masificado de tal manera que ahora a cualquier lugar que vayamos nos encontramos con personas que, con su celular o cualquier otro dispositivo digital, buscan capturar un momento de su vida para compartirlo en sus redes sociales. Desafortunadamente este fenómeno ha ido más allá de ser sólo un medio comunicativo y, aunque parezca una estupidez (es decir una tontería, o acción cometida por torpeza y falta de inteligencia), ha sido causante de daños a inmuebles, obras de arte e incluso, causa de muerte para quienes buscan la mejor instantánea para presumirla en Facebook, Instagram o Twitter.
El caso más reciente sucedió en una galería de la ciudad de Yekaterimburgo, en Rusia, donde un grupo de chicas, al intentar tomarse la selfie, dañaron un grabado de Salvador Dalí y el marco que protegía una pieza de Francisco de Goya. Según reportan los medios locales, no hubo acciones legales en contra de las chicas, quienes al ver lo que habían hecho abandonaron la galería.
Lo decimos desde aquí, no estamos en contras de las selfies, estamos en contra del hecho de hacerlas sin cuidado; seamos inteligentes y aprendamos a comportarnos en este tipo de espacios que exigen de los visitantes un sentido común refinado y mucho respeto para las piezas que se exhiben.
Comentarios