Los diputados panistas de Veracruz quedaron en ridículo a nivel nacional con la decisión que emitió la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de prohibir las peleas de gallos en la entidad. De acuerdo con un comunicado de la SCJN, ninguna práctica que suponga el maltrato y sufrimiento innecesario de animales puede considerarse una expresión cultural. Con ello, la propuesta del ministro Arturo Zaldívar quedó confirmada: la prohibición es constitucional porque se trata de una medida idónea y necesaria para garantizar el bienestar animal.
La nueva disposición deja omisa la decisión que tomaron, en su mayoría diputados locales panistas de Veracruz, encabezados por Luis Daniel Olmos Barradas para legalizar dicho espectáculo. Lo siguieron en dicha pretensión José Luis Enríquez Ambell, Sergio Hernández Hernández, María Elisa Manterola Sainz, Juan Manuel de Unanue Abascal, Tito Delfin Cano, Arturo Esquitín Ortíz, María Josefina Gamboa Torales, Mariana Dunyaska García Rojas, Hugo González Saavedra y Rodrigo García Escalante.
Este último, hijo de Ricardo García Guzmán, excontralor de Veracruz durante el sexenio de Javier Duarte de Ochoa, quien, para seguir en el grupo selecto de panistas, defendió la propuesta. “Les quiero preguntar a aquellos que están en contra de legalizar las peleas de gallos, pero a favor de que una mujer pueda ir a abortar, y matemos niños: ¿Cómo podrían reemplazarse tantas fuentes de empleo que la gallística genera?”, fueron sus palabras en tribuna del Congreso local.
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