La noche del miércoles, en una asamblea extraordinaria, los miembros de la Caravana Migrante tomaron la decisión de cambiar su ruta ante las diversas circunstancias adversas que se les han presentado: «La delicada condición de salud, especialmente de niños, implica riesgos de ida a la falta de acceso a servicios médicos en la ruta hacia Oaxaca. La carretera de ahí hacia la ciudad de Oaxaca es angosta con curvas, cerros y pocos pueblos con infraestructura para recibir a este éxodo masivo de personas desplazadas».
Los miembros de la caravana señalan que el Gobierno Federal retiró su apoyo para que la caravana se trasladase en autobuses, por lo que «la única opción de seguir a pie hacia Veracruz, un estado con altísimo riesgo de violencia a manos del crimen organizado».
La Caravana Migrante exige a las autoridades de nuestro país que se «movilicen de manera responsable para resguardar la seguridad e integridad física de cada uno de las mujeres, niños, hombres y familias desplazadas que caminarán por esta ruta». Además, hacen responsable al gobierno mexicano de cualquier agresión en contra de los migrantes.
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