Arturo Reyes Isidoro / En los primeros minutos de este jueves, Veracruz inició la transición de un gobierno de derecha (presuntamente si atendemos su filiación panista) a uno de izquierda, un cambio radical que nunca se había vivido antes en el Estado.
Si bien el viraje no es producto de algún movimiento armado o de una asonada, sí lo es de una rebelión social, de un pueblo inconforme que primero echó al viejo régimen priista y ahora saca al régimen panista al que le dio su voto de confianza, y lo defraudó.
Si izquierda y derecha son como el agua y el aceite, irreconciliables, el cambio de gobierno tiene el ingrediente de una abierta confrontación, hasta personal, entre los que se van y los que llegan.
Asistimos, pues, a una transición que está marcada por la disputa y que depara a los veracruzanos días de expectación porque se espera que el gobierno de Morena emprenda acciones legales contra los yunistas que entregan la administración.
La que inicia hoy no será una transición tersa. Al margen de todo ello, los veracruzanos claman ya por un clima de armonía, de unidad y de trabajo, que hace muchos años se perdió y con ello la marcha ascendente del Estado.
Se entrega y se recibe un gobierno en emergencia financiera, por no decir que en ruina, con un grave escenario de inseguridad y violencia, y con muy altos índices de desempleo, y ya no se diga con mucha pobreza y extrema pobreza.
Hoy, como ocurrió hace dos años, los veracruzanos ven con esperanza la llegada del nuevo gobierno; con tanta esperanza que lo impulsó volcándose en las urnas como no había ocurrido antes. Quieren justicia, igualdad de oportunidades, que se les redima y que les paguen la deuda que se tiene con ellos y que los gobiernos anteriores fueron aumentando en lugar de reducirla.
De que cumplan todo lo que han ofrecido dependerá que dentro de seis años no asistamos a la expulsión de la izquierda del Palacio de Gobierno. Imposible calificar ahora a un gobierno que no ha iniciado y que apenas comienza a recibir la administración.
Dentro de un mes ya lo podremos hacer. Aquí estaremos, con toda puntualidad.
Anoche se dio a conocer la lista de los coordinadores de Morena que recibirán las distintas dependencias.
Secretarías: de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos; de Seguridad Pública, Diana Estela Aróstegui Carballo; de Finanzas y Planeación, Carlos Bernabé Pérez Salazar; de Educación, Iván de Jesús Ceballos Grajales; de Trabajo, Previsión Social y Productividad, Hugo Luis Martínez Bouzas; de Desarrollo Económico y Portuario, Luis Arturo Contreras Durán.
De Infraestructura y Obras Públicas, José Luis Lee Requena; de Desarrollo Social, Aníbal Landa Vélez; de Medio Ambiente, Mario Emir Macip Aburto; de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca, Martín García Recillas; de Salud, Jorge Eduardo Sisniega Fernández; de Turismo, Cultura y Cinematografía, Miguel Ángel Tapia Morales.
De Protección Civil, Jesús Rafael Méndez Rodríguez; Contraloría General, Carlos Eugenio Amador y Lorenzana; Coodinación General de Comunicación Social, Enrique Ávila Contreras; Oficina de Programa de Gobierno, Arturo Sosa Vásquez; Oficina del Gobernador, Nayeli Cruz León.
¿Desalojo de morenos, en la madrugada?
¿Se dieron por vencidos los panistas-perredistas y sus aliados en el Congreso y en el Palacio de Gobierno y capitularon y le dejaron ya la plaza a Morena?
Extrañamente, después de que en un principio se negaron a hacerlo, funcionarios administrativos abandonaron ayer al medio día el Congreso sin mayor dificultad y al anochecer se retiraron los policías estatales que habían sido apostados a un costado del inmueble frente a la escuela del Conalep.
Desde el martes empezó a correr subterráneamente la versión de que a la media noche del miércoles o este jueves por la madrugada serían desalojados por la fuerza los protestantes.
Mientras estuvieron apostados, a ratos a los policías se les sumaron ministeriales y miembros de la Marina.
Quienes saben de desalojos creen que si se da será con policías vestidos de civil quienes podrían llegar por sorpresa e infiltrarse entre los morenos y enseguida actuar contra ellos.
Que escogerían la madrugada del jueves, que es cuando han notado que hay menos morenos, pero además cuando el sueño vence a todos y en Xalapa se siente ya frío, es decir, cuando están más acalambrados. Pero todo era una versión.
Que un “topo” alertó al yunismo de la toma del Congreso
Por lo pronto, una primera tarea que tiene ya el equipo de seguridad del gobierno electo es descubrir quién de los que sabía que iban a tomar el Congreso local a la medianoche del lunes-martes le filtró la información al yunismo.
Hay quienes piensan que todo pudo deberse a micrófonos ocultos y otros que fue porque tienen intervenidos los teléfonos de los jefes de Morena, pero la mayoría tiene la creencia que alguien los traicionó, que hay un “topo” infiltrado.
Tan pronto se enteraron en el Palacio de Gobierno, ordenaron, de ya, a los jefes administrativos que se fueran de volada al edificio de la calle Encanto, como estuvieran vestidos a esa hora, cerraran las puertas e impidieran a toda costa que los morenos se metieran.
Pero no solo eso. Lo más importante, prácticamente de vida o muerte… política para ellos, era que resguardaran a piedra y lodo toda la documentación comprometedora que tienen en su poder, que podría costarles muchos años de cárcel.
Por eso fue que cuando las huestes de AMLO y Cuitláhuac llegaron se encontraron con que adentro ya estaban atrincherados el Secretario General del Congreso, Juan José Rivera Castellanos; el Tesorero, Hiram Heriberto Cuevas Piedra; el Director de Recursos Humanos, Jaime Mejía de la Merced, así como el Director de Finanzas, Jorge Alejandro Barrera Juárez. Los acompañaba el titular de Comunicación Social, Sergio Melo Hernández.
Ellos no tienen nada que ver con el orden del día de las sesiones y por lo tanto no les interesaba si los diputados del PAN y del PRD pretendían dar albazos; lo que les movía y la instrucción precisa que recibieron fue que así pasaran sobre sus cadáveres pero que no aflojaran los expedientes.
Por eso, no obstante que el coordinador de la bancada de Morena, Zenyazen Roberto Escobar García, les ofreció que todos los que estaban adentro podían salir, pero nadie entrar, ninguno aceptó al principio. Por lo contrario, pedían que dejaran ingresar a trabajadores dizque para que pudieran cumplir tareas pendientes. No se los permitieron.
Ahora, el motivo inicial que llevó al bloqueo del Congreso de que el yunismo quería entregar parte del patrimonio del Estado al Ayuntamiento jarocho que preside Fernando, otro hijo del gobernador, pasó a segundo término. La gallina de los huevos de oro está en la documentación que hay adentro, o que había.
¿Por qué por fin salieron ayer los que se negaban a hacerlo?
Una versión, que suena ingenua, pero que puede ser, es que los administrativos sellaron todos los archiveros y escritorios, con sellos especiales.
Otra es que trituraron muchos documentos e incluso que quemaron lo más comprometedor, pero también que borraron de las computadoras todo lo que los podía comprometer gravemente, claro, no sin llevarse una copia de todo.
Según infiltrados, de todos modos hay documentos adentro que siguen preocupando a los diputados del PAN y al gobierno saliente.
Otra versión que corría ayer era que habría desalojo y que los policías permitirían que entraran personas a apoderarse de los archivos para sacarlos y ponerlos a buen resguardo. Que por eso habrían ordenado salir a los atrincherados.
El domingo a las 23:59, el límite
Por lo pronto, el tiempo corre y la LXIV Legislatura todavía respira y lo seguirá haciendo hasta el domingo a las 23:59 de la media noche cuando expirará su periodo constitucional. Hay quienes creen que en ese tiempo los panistas y sus aliados todavía podrían intentar algunas chicanas para favorecer a sus intereses.
Las horas por venir serán de mucha tensión.
Mientras, este día iniciarán los trabajos de entrega-recepción y la administración yunista empezará a vivir sus últimos días.
Ayer, familiares de trabajadores de la Oficina del Gobernador me expresaron su inconformidad porque afirman saber que indebidamente se basificó a personal que llegó apenas hace dos años, mientras que a sus familiares, con muchos años ahí, se les ignoró.
También tuve la información de que el martes, funcionarios de la Sedesol estatal presentaron su renuncia, Ulises Alarcón Osorio, Subsecretario de Desarrollo Social y Humano, entre ellos, pero que no se las aceptaron. Él ostenta el cargo no obstante que está inhabilitado en el Gobierno federal. Los trabajadores piensan que pretenden escapar.
Y mañana 2 de noviembre es día inhábil por lo que nos encontraríamos hasta el próximo lunes, aunque si ocurre algo extraordinario lo estaremos comentando.
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