El SNTE, como una verdadera ramera, había vendido sus caricias y servicios al gobierno de Enrique Peña Nieto. Recuerda usted las evaluaciones de maestros, mientras eran transportados en patrullas, con la venia de los propios seccionales del SNTE. El propio Juan Díaz de la Torre en entrevistas señalaba las bondades de una reforma que era bien recibida por los maestros, según él.
Además, según la OCDE, los maestros en México son de los peores pagados en el mundo, el incremento salarial conseguido por la comisión del SNTE fue inmediatamente pulverizado por la inflación. El SNTE, en estos momentos pasa por un cisma que afectará a su propia estructura. El discurso de la unidad ya no convence ni les alcanza para mantener unido al rebaño. En el sindicato más grande de América Latina se comienzan a sentir los vientos del cambio.