Filiberto Vargas Rodríguez /
Prefacio.
Miguel Ángel Yunes Linares acudió este martes, en Boca del Río, a la ceremonia luctuosa con motivo del aniversario número 18 de la muerte de Don Fernando Gutiérrez Barrios. *** Proclive como siempre ha sido, a expulsar de su memoria los hechos y dichos que no le interesa recordar, Yunes Linares comentó: “Recordar a Fernando Gutiérrez Barrios es recordar a una de las figuras más conocidas de la política mexicana, es recordar al ser humano, al veracruzano”. *** Admitió que en el trato con el político tuvo “una relación de encuentros y desencuentros”, pero reconoció que Don Fernando “nunca perdió la civilidad y de su parte siempre recibí un trato caballeroso”. *** Por supuesto, la cortesía obligaba. Los mexicanos crecemos con la consigna de siempre hablar bien de los que se nos adelantaron. Además, presentes en el acto estaban la señora Divina Morales de Gutiérrez, así como hijos y nietos del exgobernador de Veracruz. *** Llama la atención que Miguel Ángel Yunes se refiriera a Fernando Gutiérrez Barrios como “el veracruzano”, cuando fue ese quizá el agravio verbal más severo que le aplicó el actual gobernador al llamado “hombre leyenda”. *** la anécdota la recordó en el mes de abril del 2017 el periodista Carlos Jesús Rodríguez: – Un diario veracruzano publicó el acta original de nacimiento de Patricio Chirinos diciendo que no era veracruzano, sino potosino, nacido en Tamuín, y entonces, sin más preámbulos (Miguel Ángel Yunes Linares) declaró que “el gobernador Chirinos no necesita vestirse de jaranero para acreditar su origen”. *** La evidente –y obscena- alusión de Yunes Linares a Don Fernando cayó como balde de agua helada entre la clase política veracruzana. El entonces secretario de Gobierno se dio cuenta de inmediato del error cometido, pero no corrigió. *** Fernando Gutiérrez Barrios nunca respondió el agravio y jamás le reprochó a ese muchacho su irreverencia. A eso se refiere ahora el gobernador Yunes Linares cuando dice que de aquel siempre recibió un trato caballeroso.
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Lo de hace dos años (justo la noche del 29 de octubre) fue, desde la óptica de Miguel Ángel Yunes Linares, “una causa justa” y no sólo no censuró a los alcaldes emanados del PAN y del PRD que, dirigidos por su hijo Miguel, tomaron Palacio de Gobierno, sino que incluso los acompañó y se unió públicamente a sus demandas.
Lo sucedido la noche del pasado lunes (la toma, por parte de los legisladores de Morena, del Palacio Legislativo) es, según Yunes Linares, un acto “porril” de de gente “ignorante”.
Bien dicen que “cada quien habla de la feria según le haya ido en ella”.
Taimado como suele ser, el gobernador en funciones pasa por alto que él mismo criticó a la LXIII Legislatura por aprobarle a Javier Duarte una serie de iniciativas que atentaban contra el patrimonio del Estado.
En ese entonces, por cierto, uno de los que se sumó a esos reclamos fue el hoy senador por Morena, Ricardo Ahued Bardahuil, quien estaba formado en la bancada del PRI, pero desde donde fustigó con rudeza a Duarte de Ochoa por intentar saldar la deuda que la administración estatal tenía con el Instituto de Pensiones del Estado (IPE) a través de la cesión de propiedades como el parque “Doña Falla”, el Museo Interactivo de Xalapa (MIX), el Velódromo de Xalapa y otros siete inmuebles más, lo que calificó el empresario xalapeño como “el peor atentado a Veracruz”.
Una vez más Miguel Ángel Yunes pretende incurrir en los mismos vicios que tanto criticó a su antecesor.
Lo señaló de haber pactado con el crimen organizado, lo que habría provocado el incremento de la violencia en la entidad, y resulta que en estos dos años han surgido múltiples testimonios de que su gobierno también pactó, y los números hablan de un peor escenario de violencia que el que encontró en 2016.
Lo acusó de emplear empresas “fantasma” para el desvío de recursos, y resulta que esas mismas empresas –y otras que él ya utilizaba antes- son utilizadas en su administración.
Lo acusó de aplicar la “licuadora” (cuentas bancarias concentradoras) para desviar los recursos federales, y su secretario de Finanzas ha hecho lo mismo.
Lo acusó de imponer un Fiscal General del Estado “a modo”, y él hizo lo propio.
Ahora pretende regalar los bienes del Estado (el auditorio Benito Juárez y el parque recreativo Cri Cri, a su hijo, el alcalde porteño Fernando Yunes, y la Casa de Agustín Lara y el balneario de Mocambo a su imposición, el alcalde Humberto Alonso Morelli, entre otros).
No sólo eso. Su intención es que ese saqueo de los bienes de Veracruz se realice apenas horas antes de que concluya el actual Congreso, en el que cuenta con el apoyo de una mayoría construida a base de “cañonazos” de dinero. Sabe que si no lo hace en estas últimas horas, ya no lo podrá hacer, pues la Legislatura LXV tiene una amplia mayoría de la representación de Morena.
Esa es una de las razones por las que los diputados de Morena decidieron tomar el Palacio Legislativo. No van a permitir que bajo el cobijo de una mayoría artificial se roben de forma flagrante los bienes que son de los veracruzanos.
Por eso mismo, el apoyo decidido de los diputados electos de la misma fracción.
¿Porros?
¿Ignorantes?
Quizá, pero no ladrones.
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Epílogo.
Luis Ángel Bravo Contreras consiguió un amparo en contra de las medidas precautorias dictadas por la juez de control. El juez 15 de Distrito Jorge Holder Gómez resolvió el expediente 648/2018 en favor del ex fiscal de Veracruz, y advirtió que el delito que se le imputa no amerita prisión preventiva oficiosa, por lo que le ordenó a la juez Alma Aleida Sosa que reponga el procedimiento y retire esa consideración. *** Es de suponer que la juez de consigna le volverá a dictar la medida cautelar de prisión, aunque ahora la presentará como “justificada”. Al final, lo que se hace evidente es que, con tal de cumplir las instrucciones de su jefe, esta juzgadora es capaz de bailar un zapateado encima del Código Penal. *** Demasiado tarde se viene a dar cuenta el PRD de que el hoy secretario de Gobierno Rogelio Franco Castán, cavó la tumba de ese organismo político en Veracruz. *** ¿Recuerdan cuando bautizaron a ese partido como el “PRD Rojo”? Eran los tiempos en los que Rogelio Franco y Sergio Rodríguez jugaban al lado de Fidel Herrera y Javier Duarte. Después decidieron apostar por el proyecto de Miguel Ángel Yunes y mutaron en el “PRD Azul”. Ellos fueron los que presionaron en el Comité Nacional para que aceptaran ir en alianza con el PAN. *** Rogelio Franco le vendió su alma al demonio azul y hoy se ven las consecuencias. No se sorprenda si mañana encuentra su vocación en el tono guinda de Morena. Todo sea por seguir cubriéndose bajo la sombra del Poder.