Armando Ortiz / ¿En verdad era necesario tomar las puertas del Congreso de Veracruz para evitar los supuestos albazos del PAN? ¿En verdad era necesario poner el riesgo el sueldo y las liquidaciones de los trabajadores del Congreso, todo para que los protagonistas de esta historia se llenaran de “gloria”? ¿Hay evidencia de que se pretendía regalar parte del patrimonio de Veracruz a los hijos del gobernador? ¿Se iba a votar hoy la propuesta de crear el municipio 213? El caso es que los del partido Morena armaron un circo esgrimiendo estos argumentos, señalando que el PAN en su última sesión iba a robar el patrimonio de los veracruzanos y ellos, muy patriotas, pues se envolvieron en la bandera de México y se arrojaron a las puertas del Congreso de Veracruz para que nadie entrara y así evitar el robo a la nación. ¿Cuál es la realidad? Pues que ya están próximas las designaciones para el gabinete del próximo gobierno y hay que hacer ruido para que Cuitláhuac García, quien está muy ocupado dejándose querer por sus nuevos amigos, los tome en cuenta. Uno de ellos, que babea por la Secretaría de Educación, encabezó la toma y se hizo entrevistar por los medios, haciéndose pasar como un prócer, cuando en realidad es un stripper vestido de diputado, un payaso que hace ruido para que lo volteen a ver. Arriésguense a hacerlo secretario de Educación, para que las evidencias salgan a la luz.
Amparan a Luis Ángel “N” pero no saldrá de prisión
Como “gato panza arriba” se defiende Luis Ángel Bravo, que debe tener un equipo de abogados de esos, expertos en amparos, de los que tienen contacto con jueces corruptos que creen que aplicar la ley es hacer justicia. Luis Ángel Bravo consiguió un amparo que deja sin efecto la audiencia inicial del pasado 18 junio de 2018. Pero es el mismo tipo de amparo que ya presentó María del Rosario “N”, alias la Chacala, quien después de todo sigue en la cárcel. Lo mismo se espera para Luis Ángel “N”, a quien se le señala por presuntamente haber participado en la desaparición forzada de personas. Pero no sólo eso, sino que la serie de delitos que se le imputan incluye entorpecer las investigaciones de algunos casos de desaparecidos y presuntamente apoyar a los responsables para que eludieran la acción de la justicia. Por supuesto, los abogados del exfiscal están en todo su derecho de buscar la liberación de su cliente, pero además pueden intentar extorsionar o coaccionar a los jueces corruptos para que estos les otorguen todos los amparos que tramiten. El hecho es que afuera hay miles de familiares de desaparecidos que buscan a sus familiares, miles de madres que ante la imposibilidad de que les entreguen vivos a sus hijos, entonces buscan justicia; y lo repetimos, señores jueces corruptos, aplicar la ley no siempre es ejercer justicia.
A 25 años de la muerte de River Phoenix
La noche del 30 de octubre de 1993, mientras River Phoenix se encontraba filmando la película Dark Blood, decidió encontrarse el fin de semana con sus hermanos Joaquín y Rainbow, con su novia Samantha Mathis y su amigo Flea (el bajista de los Chili Peppers) en el Vipper Room, propiedad de Johnny Deep. Los que estaban ahí dicen que lo vieron muy deprimido, se quejaba de tanto trabajo y no lograba conciliarse consigo mismo. En cierto momento decidió ir al sanitario; ahí estuvo encerrado mucho rato inyectándose heroína, ingiriendo alcohol y esnifando cocaína. Cuando sus amigos se percataron de su ausencia y acudieron a buscarlo, ya River no respondía a nada; estaba tirado con una sobredosis de drogas y alcohol. El gerente del club hizo que lo sacaran a la calle para no tener problemas con las autoridades. En la acera del Sunset Boulevard de Hollywood, Rainbow y Samantha intentaban que el actor reaccionara, mientras, su hermano Joaquín llamaba al 911, pero como se encontraba bastante nervioso, no lograba decir el lugar en que se encontraba, ni siquiera sabía si quería decir que su hermano era River Phoenix y que sufría un colapso causado por una sobredosis de drogas. Cuando finalmente los paramédicos llegaron, encontraron al actor en la acera de la calle. Su hermana y su novia no podían contener el llanto, alguien tuvo que agarrar a Joaquín ya que él mismo no lograba sostenerse. En el camino al hospital los paramédicos se dieron cuenta que el sujeto era River Phoenix. Uno de ellos intentó tomarle el pulso, no se lo encontró; para entonces ya era la una de la mañana del 31 de octubre de 1993, noche de Halloween, la noche que murió River Phoenix.
Comentarios