Morena fue siempre el acicate de los gobiernos priistas, de los gobiernos llamados “corruptos”, aquellos que no eran transparentes en el manejo de sus recursos. En buena parte tenían razón, si en algo se especializaron los gobiernos priistas fue en la opacidad en el manejo de sus recursos. Afortunadamente llegó a Xalapa un gobierno morenista encabezado por un hombre con grados académicos, Hipólito Rodríguez, quien prometió: «Vamos a ver desde el primer día un gobierno abierto, un gobierno que cada día muestre con claridad el manejo más limpio, más honesto de los recursos públicos que se haya visto en la historia de Veracruz».
Pero del dicho al hecho, todavía queda un trecho. No ha cumplido Hipólito Rodríguez un año en el gobierno y ya consiguió bajar al ayuntamiento de Xalapa 49 lugares en el Índice de Transparencia y Disponibilidad de la Información Fiscal de los Municipios, ITDIF-M-2018. Es decir, Xalapa estaba en el lugar dos, con 95.73 puntos y en 2018 bajó a la posición 51 con 41.18 puntos. ¿Qué pasa ahí?
Pues que el alcalde se la ha pasado echándole la culpa a los otros en lugar de ponerse a trabajar; su síndica está más preocupada en sus fraccionamientos y en cómo agenciarse más tierras; y sus trabajadores, en varias áreas, demuestran una ineficacia que no se había visto en administraciones pasadas. A todo esto, los recursos se mueven con una opacidad que recuerda las neblinas nocturnas de la añeja Xalapa.
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