La manera de hacer política en México no es cualquier cosa, no por algo el PRI se mantuvo casi 90 años en el poder, descontando 12 que gobernó el PAN. La gran mayoría de la clase política mexicana, que en estos momentos se encuentra relegada de las preferencias electorales, fue especialista en trastupijes y cochupos, mismos que le permitieron acumular grandes fortunas a costillas de los mexicanos. Por esa razón, no es fortuito y casual que la maestra Elba Esther Gordillo Morales, vieja política de cepa, aparezca y quiera recuperar sus fueros en el SNTE.
Alguien dijo una vez que «en política no hay casualidades», y tenía mucha razón. Sin embargo, Elba Esther Gordillo se conduce por un guion bien estudiado, sabe que no se puede ponerse en contra de un presidente poderoso como lo es el de Macuspana, Tabasco. Por qué cree que usted que la maestra Gordillo salió con la bandera de la democracia sindical, del voto libre y secreto. Desde luego que la chiapaneca no es una improvisada y sabe que tiene que ir al ritmo que le marque el director de orquesta.
Y es que Elba Esther Gordillo tiene el terreno planito, no tiene necesidad de desenvainar la espada contra el piojo; sus feroces enemigos no tienen dientes ni garras; Madrazo Pintado, Emilio Chuayffet, Aurelio Nuño y el capo Manlio Fabio Beltrones están en la sombra de la derrota y el olvido. La maestra lo sabe y también sabe que tiene que ir a tono de la cuarta transformación de AMLO, esa es la condición que debe respetar si quiere llegar a estar nuevamente frente al SNTE. Ella misma comprende que en política no hay casualidades.
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