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Migrantes centroamericanos, no se trata de dejar las puertas de nuestras casas abiertas para probarlos, se trata de abrir las puertas de nuestros corazones

Una cosa es el gobierno, otra los ciudadanos. Independientemente del trato que el gobierno dé a los migrantes centroamericanos, ¿cuál va a ser el trato que nosotros, los mexicanos, les vamos a dar? La gran mayoría viene huyendo de una situación de violencia que supera la que se vive en México. Vienen buscando trabajo, una mejor vida y un futuro para sus familias. Otros aspiran a pasar por México para llegar a la frontera de los Estados Unidos y cruzar como ilegales.

Los menos, esperemos, pueden ser delincuentes que aprovechan estas caravanas para colarse y buscar territorio nuevo para delinquir. Es triste ver que algunas personas en las redes sociales ya están regando su ponzoña a priori en contra de los migrantes centroamericanos. No extraña, las redes sociales así son, pues están llenas de estúpidos que son seguidores de estúpidos.

Pero deberíamos pensarlo mejor, la gran mayoría de personas, “personas”, no gente, no anda buscando problemas, anda buscando soluciones. Salen de un lugar que los ha tratado mal y si llegan a nuestra vecindad, ¿los vamos a tratar mal también nosotros? Es un asunto de valores, de principios, de solidaridad. Nadie está diciendo que dejemos las puertas de nuestras casas abiertas para probarlos, para ver si vienen en buen plan, se trata de abrir las puertas de nuestros corazones.

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