Cuando alguien con autoridad dice algo, tenga la seguridad que esas palabras pesan, pero cuando lo dice el próximo presidente de la República, ¡ah caray!, éstas inmediatamente acusan recibo de los aludidos. Después de la declaración del presidente electo Andrés Manuel López Obrador de desaparecer al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), su titular, la bien remunerada Teresa Bracho González, aún confía en que dicho organismo persista el próximo sexenio.
Esta postura de la titular del INEE concuerda con lo expresado en un desplegado que apareció en las redes sociales. Posteado como @almaldo2, investigadora en Educación Superior en el @DIE_CINVESTAV y profesora en @filosunam. En este escrito, supuestamente avalado por un grupo de ciudadanos, investigadores, representantes de la sociedad civil, padres de familia, directivos de escuelas y maestros, reconocen que efectivamente que en algún sentido sí afectó los derechos laborales de los profesores, y que entendían el malestar de los maestros.
En esta misiva también aceptan un plan de austeridad en términos de los salarios de los altos mandos y se aboque a lograr una mejor comunicación y difusión de los resultados de sus evaluaciones, a los maestros y las escuelas.
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