Édgar Hernández* /
¡La burla de Peña y el silencio de AMLO!
Un “Tribunal de Alzada” dio entrada a la apelación de la sentencia de 9 años contra Javier Duarte por delitos de asociación delictuosa y operación con recursos de procedencia ilícita por lo que es previsible que para diciembre de este año Javier Duarte goce de total libertad.
Abandonará el Reclusorio Norte antes de las fiestas navideñas de acuerdo a los cálculos de su abogado Arturo Baltazar Nicolás.
Habrá de cerrarse así, de manera por demás ominosa, la peor página del saqueo registrado a las arcas públicas por 61 mil millones de pesos gracias a la integración de carpetas acusatorias a modo, las irregularidades jurídicas y pactos políticos que dejan bajo sospecha a dos presidentes, Enrique Peña Nieto y el de Guatemala, Jimmy Morales.
Pese a que Javier Duarte aceptó la culpabilidad que le imputó la PGR misma que dio lugar a una sentencia de 9 años de prisión, sus abogados interpusieron un recurso legal no considerado por las autoridades federales y locales.
Una apelación, luego de la sentencia contra el ex gobernador acusado de desvío de 61 mil millones de pesos, abre la puerta de una próxima libertad para Javier Duarte si el “Tribunal de alza considera en los siguientes 90 días, que tiene razón el imputado en el sentido de que es excesiva la pena aplicada por un juez que debió remedar el expediente para que un juez nuevamente dicte sentencia”, argumenta el abogado defensor Baltasar Nicolás.
Ello en buen romance, quiere decir que si a Duarte le conceden la apelación, le podrían reducir la pena unos cuatro años, quedando en 5 años de cárcel –y no en 9 como hasta ahora- y con los “beneficios” que contempla la ley y el tiempo transcurrido en prisión, el acusado y sentenciado podría quedar en libertad de inmediato.
“Dependiendo de la carga del tribunal el tiempo en que se resuelve una apelación es de 90 días luego tras lo cual nuestro cliente podría irse a su casa”, asegura el abogado defensor.
Juego perfecto.
En el marco de la euforia navideña y la entronización del nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien ha considerado que el caso Duarte es “puro circo y show mediático”, quedaría consumado.
Bendita justicia que permitirá que Javier Duarte se vaya a su casa con 41 bienes inmuebles menos de su patrimonio al ordenar un juez el decomiso de departamentos en Santa Fe, Cuajimalpa en la ciudad de México, con un valor cercano a los 150 millones de pesos, un edificio en Polanco, departamentos en las Lomas de Chapultepec, Boca del Río y dos más en Ixtapa, así como tierras de alto valor en Campeche y un racho en Valle de Bravo.
Minucias.
¡Ah..! y 58 mil pesos menos en su cartera, mismos que tendrá que pagar antes de trasponer las rejas para resarcir el daño.
Karime Macias también quedará sin señalamiento jurídico alguno al concederle el Primer Tribunal Colegiado Penal en la Ciudad de México, un amparo que impide su extradición.
Ello sin importar que a la dama se le acusa de millonarios desvíos cuando estuvo al frente del DIF, así como ser la gestora de las “Empresas Fantasma” e incluso pesar sobre sus espaldas una “Ficha Roja” por daño patrimonial a Veracruz por 112 millones de pesos.
Otro de sus abogados del bufete contratado por Duarte, Ricardo Sánchez Reyes Retana, dijo que su cliente, Javier Duarte, “está tranquilo”. Está a la espera, en las próximas semanas, de buenas nuevas.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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