Como si fueran Santiago Nassar, el personaje de la novela Crónica de una muerte anunciada, algunas personas ya están calculando cuánto costó la boda del siglo entre César Yáñez, mano derecha de AMLO, y Dulce María Silva. De acuerdo con cálculos del periódico Vanguardia, si se considera que fueron 300 invitados, que hubo una decoración muy ostentosa, que se presentaron grupos de buen nivel para amenizar, contando además con los gastos de vestidos de novia, trajes, salón, iglesia, banquete y bebidas, la suma la calculan en más de tres millones de pesos.
Si dentro del próximo sexenio César Yáñez, como nuevo Coordinador General de Política y Gobierno, va a ganar menos de 108 mil pesos, que es el tope que impuso AMLO, entonces César Yáñez tendrá que trabajar 30 meses de 100 mil pesos para recuperar lo que se gastó en la boda. Es decir, casi la mitad del sexenio con López Obrador. Afortunadamente para él, dicen que el señor es muy rico, y que la boda “fifí” como algunos la llaman, fue como quitarle un pelo a un gato.
No obstante, si se está hablando de austeridad republicana, pues no se ve muy bien semejante derroche. Como dice el dicho: «Comen pan enfrente de los pobres». Claro, los “amlovers” ya saldrán a decir que es muy su dinero y que él puede hacer con su dinero lo que le dé la rechingada gana; y tienen razón. Nada más que no se la den de muy austeros si se bañan en esos derroches.
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