José Ortiz Medina / Aun cuando se propalaron versiones de que Lilian Zepahua se quedaría como presidenta interina en lugar de Américo Zúñiga, son varios los militantes que se niegan a que sea impuesta en ese cargo la recomendada de Héctor Yunes y ex novia de Jorge Carvallo.
Así, son varios y varias las que se apuntan luego de que en noviembre renuncie el nefasto Américo Zúñiga. Veamos: Juan Carlos Molina, diputado local electo y líder de la CNC estatal; Segundo Grajales, ex alcalde de Puente Nacional y ex candidato a diputado local; el fracasado Tomás Carrillo Sánchez, ahijado de Fidel Herrera; Antonio Benítez Lucho, ex delegado del IMSS y también del grupo de Fidel Herrera; la impresentable Silvia Domínguez López, aunque hay quienes aseguran que esta doñita anda con la idea de formar un nuevo partido político (ver para creer…) que sirva de comparsa a Alianza Generacional, asociación política de Héctor Yunes que pretende también ser instituto político estatal; Marlon Ramírez, regidor del puerto de Veracruz y ex subsecretario de Gobierno; Anilú Ingram Vallines, diputada federal y ex delegada de Sedesol; Tamara Gómez, regidora de Minatitlán, de muy bajo perfil político pero nos dicen que la chamaca le lanza flechas a la luna para que cuando menos le den una posición regular.
Y alguien por ahí ha mencionado a Alfredo Ferrari Saavedra, que ya fue Presidente interino del CDE del Revolucionario Institucional, y que por lo tanto no está impedido; sin embargo, fuentes cercanas al boqueño dicen que este negrito está feliz de la vida como Secretario de Organización del comité nacional de la CNOP y que por lo tanto no estaría interesado en volver a arriesgar su capital político en las complicadísimas circunstancias que vive el partido tricolor tanto en el contexto nacional como en el estatal. Lo curioso es que siendo casi un partido zombie, aún tiene caballada gorda, a juzgar por el número de aspirantes a dirigirlo. Quisiéramos pensar que estos suspirantes lo único que desean es rescatar de la desgracia al otrora partidazo y no buscar, como buitres, engullirse lo poco que queda de los despojos. Ojalá no haya una deleznable actitud carroñera.
Pero quien llegue al edificio de Ruiz Cortines prácticamente se sacará la rifa del tigre, pues Américo dejará al partido en bancarrota. Las constantes multas que les ha aplicado el OPLE por errores garrafales de sus dirigentes, la abultada nómina de “aviadores” y los sueldazos que perciben los “dinosaurios”, tienen las finanzas del PRI en terapia intensiva.
Aunado a lo anterior, quien releve a Américo tendrá necesariamente que expulsar a los “traidores” que en la pasada elección apoyaron a Cuitláhuac García. En esta lista de desleales no sólo hay militantes de medio pelo, sino hasta un senador, ex diputados locales y federales, dirigentes de sectores, etc…
Pero desde ahora vaticinamos que habrá borrón y cuenta nueva. Se la van a perdonar a casi todos los “judas” de peso completo y sólo van a expulsar a unos cuantos militantes de muy bajo perfil o aquellos que de manera abierta y pública expresaron su simpatía y apoyo a candidatos de otros partidos.
Quien quede en lugar de Américo, deberá convocar a los priistas de hueso colorado, a los que siempre se han puesto la camiseta, los que nunca han renegado de sus siglas, los que nunca han brincado a otras organizaciones partidistas. A esos deben llamar, incluir, y darles mejores espacios de participación.
Y en el tema financiero, el próximo presidente del CDE del PRI no deberá estar a expensas de las prerrogativas del OPLE. Deberá pasar la charola, que los priistas se pongan al corriente con sus cuotas y que no sólo den sus aportaciones económicas cuando deseen aspirar a una candidatura.
Tampoco sería mala idea que los priistas de viejo cuño, esos que amasaron enormes fortunas, le devuelvan aunque sea una parte de lo que el partido les dio. Y no son pocos los que viven en la abundancia, al estilo Karime.
Tampoco estaría de más que organicen rifas como lo hacen las universidades públicas y privadas.
En fin, es necesario que se recurra a la imaginación y la creatividad para sacar a ese partido de la peor crisis de su historia.
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