Si el presidente electo le está apostando a los foros de consulta nacional para justificar la nueva reforma reformada, pues las cosas no serán tan fáciles. Resulta que la organización de los foros sólo ha dado constancia del rechazo que los maestros tienen a los líderes sindicales, especialmente a los del SNTE. Las ponencias que supuestamente enriquecerían al engranaje de la nueva reforma, no se han escuchado, éstas se han quedado bajo el brazo de los maestros.
Lo cierto es que después de las escaramuzas en el Senado y en el Congreso Federal, la incertidumbre entre los maestros sigue creciendo. Tanto la disidencia como la CNTE quieren que la reforma sea eliminada completamente, junto con sus leyes punitivas y el mismísimo Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE). Ya se verá que pasa después del primero de diciembre, pero por lo pronto, los foros de consulta salen debiendo.